Escolha uma Página

No obstante, hacer sistemáticamente una comunicación de las violencias machistas que se base en la investigación y consiga sensibilizar a las personas es aún un desafío que pasa por la deconstrucción de mitos y estereotipos sexistas que perviven en la sociedad.

En ello coincidieron periodistas y especialistas en el taller
 “Violencia de género: buenas prácticas para la comunicación”, el 30 de
noviembre, en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí, como
parte de la Jornada contra la violencia hacia mujeres y niñas.

La socióloga María Isabel Domínguez presentó la actualización de 2021 de un estudio sobre los imaginarios sociales juveniles acerca de la violencia por razones de género,
realizado en 2017 por el Grupo de Estudios de Juventudes del Centro de
Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (CIPS), en colaboración con
el Centro Oscar Arnulfo Romero (OAR). Conocer si han avanzado o se han
estancado estos imaginarios es imprescindible para comunicar estos
temas, apuntó.

Con una muestra de más de 400 jóvenes y alta proporción de
estudiantes universitarios, el estudio evidenció que permanecen mitos y
estereotipos patriarcales en la juventud. La especialista ejemplificó
que, por ejemplo, 40 por ciento de los hombres considera que es normal
hacer piropos o silbidos a una mujer en la calle. Este imaginario sigue
presente en 22 por ciento de las mujeres, si bien ellas mencionan
elementos como: depende de qué se diga, quién lo diga y la manera en que
se diga.

Sobre comportamientos controladores hacia los cuales se expresó un
alto rechazo, mencionó las escenas de celos, que llegan en las mujeres
al 97 por ciento, y otras exigencias como saber quiénes son tus amigos,
las redes sociales, quién te llama o en qué gastas el dinero. El rechazo
se evidenció en magnitudes mayores a las encontradas en 2017, sostuvo.

Domínguez precisó que, igualmente, tienen  elevada presencia
imaginarios como: los hombres poseen mayor deseo sexual que las mujeres,
ellas se hacen las difíciles para tener relaciones sexuales y dicen que
no cuando en realidad quieren decir que sí. Tanto entre mujeres como
hombres, estos imaginarios tuvieron una reducción considerable; sin
embargo, se mantienen en proporciones suficientemente altas”, explicó la
experta.

La
socióloga María Isabel Domínguez presentó la actualización de 2021 de
un estudio sobre los imaginarios sociales juveniles acerca de la
violencia por razones de género, realizado en 2017, el cual constata que
a pesar del aumento del rechazo hacia determinados comportamientos
controladores, aún se mantienen proporciones elevadas para muchos de
estos. Foto tomada de la página en Facebook del IIPJM

Las buenas prácticas necesitan capacitación

Un seguimiento de las publicaciones de Juventud Rebelde, Alma Mater y las revistas Primavera y Vistar Magazine,
entre mayo de 2020 y junio de 2021, encontró un mayor número de
trabajos, mejor calidad, diversidad temática y de perspectivas, así como
publicaciones que van más allá del momento noticioso, subrayó Ania
Terrero, una de sus autoras.

Sin embargo, apuntó, los temas siguen estando en manos de pocos
profesionales especializados, aún no se visibilizan las múltiples formas
de violencia de género y no son transversales al resto de los mensajes
que se publican.

“Poco hacemos con tener secciones de género, si el medio no tiene o
defiende una política coherente de género y se reproducen mitos como los
celos y el amor romántico o las múltiples violencias simbólicas”,
consideró Terrero.

A juicio de Sara Mas Farías, presidenta de la Cátedra de Género y
Comunicación “Mirta Aguirre” del Instituto Internacional de Periodismo
“José Martí”, todos los trabajos que ayuden a desmontar estereotipos y
la cultura patriarcal tienen que ver con la violencia de género, en
tanto se trata de prácticas y creencias que la sostienen.

La periodista presentó la experiencia de más de 30 años y aprendizaje
continuo de la corresponsalía en La Habana del Servicio de Noticias de
la Mujer de Latinoamérica y El Caribe (SEMlac-Cuba) y subrayó que en un medio como este también hay retos.

“Los desafíos desde nuestra agenda feminista y de derechos no son
colocar el tema, sino otros como problematizar el fenómeno,
contextualizar para entender que no se trata de un problema mitigado o
aislado, sino que es parte de un contexto que responde a una cultura
patriarcal. Por tanto, la violencia de género es un problema social,de
salud y de derechos humanos, que afecta  a todas las personas y necesita
también una respuesta social”, dijo.

Más Farías se refirió a varios productos elaborados por SEMlac, como el libro Sobrevivientes,
volumen que recoge 16 testimonios de cubanas que han salido del ciclo
de la violencia machista. Comunicar sobre violencia implica
sensibilización y formación, agregó.

Añadió que una de las prácticas fundamentales de SEMlac ha sido no
revictimizar, hacer las preguntas correctas, respetar los tiempos, los
procesos, las vivencias personales, no exponer a las mujeres en
situación de violencia, proteger su identidad y dignidad, evadir el
lugar común, el morbo, desmontar estereotipos e imaginarios y el
tratamiento ético a los testimonios.

Un periodismo con perspectiva feminista ya implica un análisis crítico y eso le confiere un valor a la información, consideró.

Otra de las experiencias comentadas por la periodista fue la
confección de una serie de reportajes sobre fundamentalismos religiosos
en Cuba hoy, compilados luego en una monografía. “Es un tema que se
trata en espacios de debate, está en las redes sociales, pero no se
refleja en los mediosy está teniendo un rol importante en la disputa de
los derechos de las personas, con marcado auge a raíz de la reforma
constitucional y el actual proyecto de Código de las Familias”, dijo.

Un
periodismo con perspectiva feminista ya implica un análisis crítico y
eso le confiere un valor a la información, consideró la periodista Sara
más Farías. Foto SEMlac Cuba

Deconstruir mitos y aportar con responsabilidad al debate sobre la futura norma familiar es uno de los empeños de la Revista Alma Mater, comentó el periodista Yoandry Ávila.

Para la publicación, centrada en confeccionar productos dirigidos a
públicos jóvenes, fundamentalmente en redes sociales, tomar un tema que
genera debate e inquietudes y colocarlo en la agenda ha sido una
práctica exitosa y una oportunidad para analizarlo desde una mirada de
género.

Con ese espíritu concibieron la columna quincenal “Cambiar el
cristal”, que ha contribuido al tratamiento de temas como el abuso
sexual, el acoso, la maternidad, el aborto seguro y, recientemente,
aspectos del nuevo Código de las Familias, como el matrimonio no
heteronormativo.

Para la sicóloga Beatriz Torres, conductora del programa televisivo
“Miradas sin Excusas”, es fundamental llevar estos temas a la
televisión, desde donde muchas veces se legitiman los sexismos y
micromachismos.

Con ella coincidió la periodista Dailene Dovale, fundadora del proyecto Cimarronas,
una experiencia que apuesta por llevar el activismo feminista a las
redes. La joven destacó la importancia de visibilizar la agenda de
género en el espacio digital y establecer alianzas en este escenario.

Una aspiración que tiene, también, el proyecto de podcast “Mujeres al Sur, que muestra desde Cuba las diferentes realidades de mujeres la región.

Al calor de la pandemia nació este proyecto en Facebook, Twitter e
Instagram, dijo la periodista Lisandra Ronquillo, quien destacó que el
espacio en formato radial rescata, en un mundo globalizado, las
sonoridades y los acentos de América Latina, elementos que forman parte
de la riqueza cultural de nuestros países. “Ellas en su propia voz
cuentan sus desafíos e historias, muchas veces el testimonio de haber
sido víctimas de violencia”, dijo Ronquillo.

La idea de sumar guía también la columna Letras de Género, de Cubadebate. A criterio de Dixie Edith, una de sus autoras, sirve de plataforma para asomarse a esas muchas opiniones, incluso contrapuestas, que los textos generan. “Desde explicar el origen de las violencias y la defensa de las posturas del feminismo, intentamos deconstruir lo aprendido y sumar a esta lucha”, agregó Terrero, la otra columnista de ese espacio.

Fuente: SEMlac