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Además, mientras ocurren desastres, noticias negativas relacionadas con esos proyectos como la del otro día en los Himalayas, los aniversarios de Brumadinho, de Mariana, de Zaldibar, el asesinato de Samir, etc, y cuesta superarlo si no buscamos lo positivo, que también existe. Por lo tanto, hoy más que nunca, nos es preciso apreciar los logros de nuestras luchas y tenerlos presentes para motivarnos, pero también para reafirmarnos en esa máxima que es que solo se consigue algo si se lucha, y si nos unimos.

Como decimos, podríamos pensar que debido a la Covid 19 no se están
consiguiendo cosas, o muchas personas incluso pensarán que no hay lucha. Nada
más lejos de la realidad. Ya hicimos un recorrido por algunas de las mayores
protestas, rebeliones, que han tenido lugar en este periodo  —“2020: no
sólo pandemia, sino también un año de revuelta!!”
— y ahora queremos
listar esas conquistas que nos alegran y ayudan a seguir.

Podríamos pensar que debido a la Covid 19 no se están consiguiendo cosas, o
muchas personas incluso pensarán que no hay lucha. Nada más lejos de la
realidad

En el mencionado artículo citamos algunas como la deposición de un
presidente y lo que significaba un posible golpe de estado en Perú, o el fluir
de las elecciones en Bolivia, o esa consulta que supuso el fin de la
constitución de Pinochet y el inicio de un proceso constituyente en Chile. En
aquella nota, citábamos de pasada por no corresponderse con una revuelta, el
logro de las mujeres de Argentina de despenalizar el aborto, a finales de
diciembre. Y sin duda, el tumbar todos esos símbolos de racismo y colonialismo
(y patriarcado) en tantas ciudades tras el asesinato de George Floyd, y el
debate que provocó, que también se pueden considerar como logros.

Deteniendo la
minería: Guatemala, Colombia, ¿y ahora Ecuador?

En pleno confinamiento nos alegró la noticia desde Guatemala de la
paralización del proyecto minero de Exmingua (subsidiaria de Kappes Cassiday)
en los municipios de San Pedro Ayampuc y San José del Golfo, al revocar su
licencia de explotación la Corte Suprema por no haber realizado una consulta
como lo establece la ley. Esto fue resultado de la gran resistencia de La Puya,
que conllevó también una gran represión. Este logro se unió así a otras cinco
minas metálicas suspendidas por la resistencia comunitaria en ese país, y otros
proyectos como el de Hidro Santa Cruz de Barillas paralizado en 2017. Nos
quedan más por parar.

En octubre también, el 2, nos llegó una situación similar de Colombia, un
país no proclive a obsequiarnos buenas noticias. Otra fuerte campaña popular para
defender ese hermoso y fundamental enclave que es el páramo de Santurbán
impidió que sea destruido por el proyecto minero de MINESA (Sociedad Minera de
Santander). La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) archivó el
proyecto por deficiencias en su evaluación del Estudio de Impacto Ambiental.
Este paraje y la lucha por defenderlo recuerda mucho al de la Conga en Perú,
donde Yanacocha quería también extender su mina, proyecto que también fue
frenado por una gran movilización social.

Esta semana nos ha dejado otra buena noticia también desde la provincia de
Cuenca en Ecuador —donde se sitúan la mayoría de proyectos mineros en ese país.
Se trata de la decisión
popular
 expresada mediante una consulta conjunta a las
elecciones presidenciales de paralizar los proyectos mineros. Estos suman 73 en
esta provincia. La decisión tiene que llevarse a la práctica, porque el voto
emitido por la población local en las pasadas elecciones (7 de febrero 2021) es
vinculante, así que esperemos que los gobiernos regional y estatal actúen en
consecuencia.

Porque de todas formas, con todas las conquistas, no podemos perder el
foco, ni descuidarnos porque están al acecho para en cualquier momento eliminar
los obstáculos. En la provincia de Chubut (Argentina) también la minería está inhabilitada desde
2003 pero tanto los actuales gobernantes como las empresas quieren abrir las
puertas a esta actividad. La población que consiguió semejante logro, sigue
activa y organizada, así que esperamos que impidan este nuevo intento.

Se detienen
oleoductos y gaseoductos en Isla Tortuga

En Isla Tortuga, en los EEUU, ha habido buenas noticias también, en las que
se ha beneficiado la población indígena también pero sobre todo los ecosistemas
y el Planeta. Y no son fruto de un cambio de presidente sino de resistencias
muy antiguas. El 20 de enero el presidente Joe
Biden firmó 
una orden ejecutiva ordenando la paralización del
oleoducto Keystone
XL
. Cuatro años antes, Trump entraba en la Casa Blanca, y revocaba
la orden de paralización de otro oleoducto, el DAPL, que había ordenado su
predecesor Barack Obama. Ambos oleoductos son indeseados por el riesgo que
suponen ante una posible rotura, y porque son fundamentales en la estructura
que posibilita el consumo de combustibles fósiles y su extracción. Pero a parte
de todos los impactos ambientales que supone en todas esas fases, su propia
construcción es también un despropósito ambiental.

De todo ello las principales afectadas y también las principales
resistentes
 son las comunidades indígenas. Por eso ahora exigen
también que se paralice el DAPL, operando desde 2017. Los tribunales declararon
el 6 de julio de 2020 que debía ser cerrado, lo que también es un hito, pero la
sentencia fue anulada por otro tribunal. Aún así, todavía está pendiente de
revisión medioambiental.

Tanto el oleoducto Keystone XL como el DAPL tienen como cometido el
transportar petróleo de arenas bituminosas y fracking. En febrero de 2020, las
arenas bituminosas que extienden destrucción y contaminación en el suroeste
canadiense, tuvieron otro proyecto paralizado, la mega- mina de Teck Resources,
que sería la mayor de las existentes con 292 km2. A la destrucción in situ, se
le suma la asociada a la quema de dicho petróleo que es altamente contaminante
y de mayor efecto climático.

En julio también ya se paró otro gaseoducto, el de la Costa Atlántica que
iba a atravesar los Apalaches. Sus propietarios, Duke Energy y Dominion Energy
argumentaron que las demandas y acciones de ecologistas habían casi doblado sus
costes

En julio también ya se paró
otro gaseoducto
, el de la Costa Atlántica que iba a atravesar los
Apalaches. Sus propietarios, Duke Energy y Dominion Energy argumentaron que las
demandas y acciones de ecologistas habían casi doblado sus costes: de entre
4.500 y 5.000 millones a los 8.000 millones de dólares. Estas denuncian a
Dominion y Duke por su promoción de combustibles fósiles.

Algún proyecto
hidrológico desaparece, pero …

Igualmente, en lo que respecta a infraestructuras que afectan el medio
ambiente y los pueblos indígenas, aunque han pasado muchos años, la resistencia
también consiguió que se asumiera la eliminación de cuatro de seis de las
represas del río
Klamath en Oregón
 para 2024. Con ello se abrirán casi 650 kms
fluviales de hábitat para salmones, truchas y anguilas, que además de repoblar
el río, son imprescindibles para el sustento de esos pueblos.

En octubre también nos duró poco la alegría, pues la ministra española para
la Transición Ecológica, Teresa Ribera paralizaba las obras del recrecimiento
de Yesa, para volverlas a permitir… tres minutos después. Una gran desilusión,
pero que confirma que depende de voluntad política, y que debemos seguir hasta
que tomen esa decisión. Meses antes, el gobierno sí paralizó el proyecto de
embalse de Barrón, en Álava.

Exitos en
Nigeria contra Shell y una autopista

En relación con la explotación petrolera, triunfos también fueron
cosechados en Nigeria. Un tribunal
holandés dictaminó
 a finales de enero que la subsidiaria de
Shell fue responsable de la contaminación por petróleo en Nigeria a causa de
derrames. Este es el resultado de 13 años de litigio de disputas legales. Ahora
Shell tiene que ofrecer reparaciones a las personas afectadas.

Y menos de dos semanas después, mientras escribimos estas líneas, otro
tribunal, esta vez británico, también decidió en favor de los demandantes del
Delta del Níger, las comunidades Ogale y Bille, contra Shell. Los cerca de
50.000 demandantes pueden ahora llevar a Royal Dutch Shell (la empresa matriz)
a juicio en el Reino Unido.

En Nigeria también, el pasado diciembre, gracias al actuar de una coalición
ecologista, se salvó una selva tropical de ser destruida para la construcción
de una super-autopista que atravesaba territorio protegido, el Parque Nacional
Cross River, hogar del pueblo indígena Ekuri.

Otro país
prohibiendo transgénicos y glifosato

También en este periodo hemos visto nuevos avances en la prohibición de
transgénicos y de pesticidas como el glifosato o Roundup. Ambas van muy unidas,
pues uno de los objetivos de las investigaciones y creaciones de nuevas
especies es que sean resistentes a pesticidas que otras no son, con lo que
posibilitan, al poderse tratar masivamente, un desastre ambiental y sanitario.

Ese desastre está teniendo lugar en muchos lugares, donde la fumigación ha
destruido ecosistemas y enfermado a la población e incluso afectado a las
generaciones venideras. En este periodo, Bolivia decidió levantar la veda a los
transgénicos para cinco cultivos. Pero a finales de diciembre 2020, México se
unía a los muchos países que han excluido el uso del glifosato y los
transgénicos en su territorio, y a Belice, Ecuador, Venezuela, y Perú (lo tiene
que renovar ahora) en Abya Yala. La decisión de México, ya ha supuesto el
inicio de presiones desde las grandes corporaciones.

Desfinanciando
a los combustibles fósiles

También relacionado con el petróleo, esta vez en la Amazonía ecuatoriana,
la campaña por desfinanciación [defunding en inglés] tuvo éxito.
Como sabemos, no vale sólo que salgan las empresas que directamente destruyen el
medio ambiente y que directamente se benefician, sino también aquellas que se
benefician con los créditos, y que, sin sus préstamos, esas actividades no
sucederían.

Así, la campaña de desfinanciación consiguió que tres de los mayores bancos
europeos, BNP Paribas, Credit Suisse e ING, dejen de financiar la explotación
petrolera en la Amazonía ecuatoriana. Un informe publicado
el pasado agosto informa que bancos europeos han proporcionado 10.000 millones
de dólares en la financiación de 155 millones de barriles de petróleo de esa
región para su exportación a los Estados Unidos.

La campaña de desfinanciación consiguió que tres de los mayores bancos
europeos, BNP Paribas, Credit Suisse e ING, dejen de financiar la explotación
petrolera en la Amazonía ecuatoriana

Además de contribuir a la emergencia climática, la extracción de petróleo
en la Amazonía supone deforestación y la contaminación de tierra, agua y aire
por derrames de depósitos y ductos de petróleo y aguas de formación, de una
zona de gran biodiversidad pero a la vez muy vulnerable, y afecta negativamente
a la salud y las formas de vida de las comunidades indígenas.

En esa línea también, en diciembre, el gobierno británico anunció en
diciembre nuevas
medidas
 para paliar la emergencia climática dentro de sus
propuestas previas a la COP26 que se celebrará en Glasgow en noviembre de 2021.
La más destacable es abandonar la “financiación de las exportaciones, la
financiación de la ayuda y a la promoción del comercio para nuevos proyectos de
petróleo crudo, gas natural o carbón térmico” en el extranjero con dinero
público. En los últimos cuatro años, el gobierno británico invirtió 24.000
millones de euros en exportaciones de petróleo y gas.

Otros éxitos en
Abya Yala y África

Y también mientras escribimos estas líneas, nos llega la noticia de la
suspensión provisional de la construcción del Tren Maya en Yucatán, hasta el 19
de febrero. No es definitiva ni supone el fin de este proyecto al que tanto se
han opuesto las comunidades mayas locales y ecologistas, pero sí aporta otra
dificultad a su implantación definitiva. Además porque no es el único recurso
contra este proyecto, sino que existen ya varios, uno de los cuales en la
Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) demanda una decisión sobre
la constitucionalidad
de las autorizaciones 
otorgadas a este proyecto. Este proceso
fue promovido por las la organización maya Chuun t’aan que alega que las
comunidades afectadas no fueron consultadas. Mediante otro proceso,
organizaciones indígenas junto a ambientales como el Centro Mexicano de Derecho
Ambiental (CEMDA) consiguieron
la suspensión
definitiva
 del tramo 2 de este proyecto por el daño irreparable
al ambiente.

La organización Salva la Selva también
se hace eco de campañas que ha apoyado y que han supuesto un éxito. En octubre
2019 se paralizaron la expansión de plantaciones de té que amenazaba la
destrucción de la selva de Kafuga en Uganda, y también un proyecto turístico en
el parque nacional de Cotubanamá en la República Dominicana. En agosto, se
consiguió detener la tala que amenazaba la selva de Ebo, en Camerún.

Entre otras noticias positivas, citar también el que se
cerrara el agujero de la capa de ozono
 de la Antártida. Este se
formó durante el 2020 y ha sido uno de los más grandes y profundos. Su
prevención depende de la no utilización de unas 100 sustancias químicas, o
Sustancias que Agotan la Capa de Ozono (SAO), como los CFC, recogidas desde
1987 en el Protocolo de Montreal.

Por tanto (y seguro que se nos ha pasado alguna más), queda claro que pese
a la Covid 19, y pese a las dificultades añadidas que ésta supone, seguimos
haciendo frente en muchos lugares a proyectos no deseados y de gran impacto
ambiental y social, y seguimos cosechando éxitos. Como ya decíamos en anteriores
ocasiones
, “¡Sí se puede!… a veces… pero sólo si se organiza y se
pelea”.

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/mapas/pese-al-covid19-seguimos-consiguiendolo