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La eliminación de la dualidad monetaria y cambiaria parece aplicarse con el rigor necesario, con errores –en precios de algunos bienes y servicios, nivel bajo en salarios de algunos sectores y en ciertas pensiones de jubilados– que revelan defectos de planificación y la debilidad del sistema de dirección en la base, acostumbrado a recibir y cumplir orientaciones superiores y a no generar ideas ni soluciones. También demuestran la imposibilidad de preverlo todo en economía.

Por
otro lado, alcanzar la independencia económica de las empresas no
marcha al mismo ritmo. El proceso lleva más de 25 años, desde el llamado
Perfeccionamiento Empresarial,
y ha devenido en ejemplo de burocratización y desnaturalización de una
tarea. Este «perfeccionamiento» dejó como legado varias malformaciones
económicas que han sido estudiadas y descritas por economistas cubanos.

  • Se
    mantienen las organizaciones superiores de dirección empresariales, las
    llamadas OSDE, creación artificial de los órganos de dirección central
    consistentes en conglomerados de empresas con similitud o no. En sus
    inicios, pretendían separar las funciones estatales de las
    administrativas, pero se han convertido en la práctica en una suerte de
    pequeños ministerios, lo que ha multiplicado los órganos con funciones
    estatales, en lugar de reducirlos.
  • Se
    ha eliminado en varios sectores la competencia necesaria entre
    empresas, y con ello, se ha socavado el incentivo a la calidad.
  • Se
    ha perfeccionado el control central en lugar de dar mayor autonomía a
    las empresas, muchas de ellas convertidas en unidades de base (UEB), con
    menores posibilidades de autogestionarse.

El
desarrollo del sector privado sigue avanzando, ahora con la nueva
«lista negativa» que establece las actividades prohibidas para ejercer
como cuentapropistas. Existen limitaciones en algunos sectores como en
el turismo, pero sobre todo quedó cerrada la posibilidad de que se
incorporen al trabajo privado los profesionales más capacitados en su
calidad de tales, otra muestra de aplicación mediatizada de la reforma.

La
inversión extranjera se libera progresivamente, regulación a
regulación, pero también se ve sesgada por el tamiz de la cartera de
proyectos que por cada sector se ofertan al potencial inversionista. La
ventana única, aplicada aquí y pensada también para el sector privado
local, debe mejorar en cuanto a lo referido a desburocratización.

Entre los pendiente, uno de los más importantes sigue siendo la Ley de Empresas. Las palabras del viceprimer ministro y ministro de Economía y Panificación, Alejandro Gil, han creado expectativas al respecto, como comenta el economista Juan Triana. Sin embargo, de nuevo se respira el temor o la predisposición ante la necesidad imperiosa de la economía cubana de un despegue vigoroso de la micro, pequeña y mediana empresa –privada, cooperativa, estatal o mixta– con total independencia y apoyo para ser gestadas y desarrolladas.

Se
trata en estos casos de acabar de una buena vez con el llamado «bloqueo
interno», como única forma para crecer y lograr el bienestar reclamamos
y merecemos.

Pero
lo que me motivó a escribir este texto es el hecho de que todavía
existan algunas posiciones en todos los niveles del poder, de la
intelectualidad y de la opinión pública en general, que condicionan las
posibilidades de bienestar de Cuba al levantamiento del bloqueo de EEUU.
Discutía con un amigo que me manifestaba su opinión de que, por
ejemplo, Vietnam logró su despegue económico gracias al levantamiento de
las sanciones económicas por parte del gobierno norteamericano. Esa
conversación me hizo notar que la idea está bien arraigada en la visión
de una parte del pueblo cubano y la dirección del país.

Vietnam y el bloqueo de EEUU

La
reforma económica comenzó desde el Pleno del Comité Central del Partido
Comunista de Vietnam, en 1979. En 1986 se aprobó la llamada «Doi Moi», o
reforma económica, que liberó las fuerzas productivas y permitió el
crecimiento que aún continúa. Ellos la llamaron Economía Socialista con
Orientación al Mercado y comenzó ocho años antes de que EEUU levantara
el embargo comercial en 1994 y restablecieran relaciones económicas.


Văn Kiệt, vicepresidente del Consejo de Ministros, explicó la política
económica que ponía en el centro a la agricultura en el Plan Quinquenal
1986-1990. En los primeros años de la década del 90 se priorizó la
legalización del sector privado, pequeñas y medianas empresas, y de la
inversión extranjera. Cuatro años después, EEUU levantó el embargo y
comenzó el desarrollo del comercio entre ambos países.

Los
resultados económicos no dejan dudas de como Vietnam logró, en primer
lugar, crecer y desarrollarse. De 1986 a 1990, el crecimiento anual de
su economía fue del 4.4% –con bloqueo norteamericano plenamente en
vigor–; de 1990 a 1994, subió al 6.5%. Al final de ese período, EEUU
decidió quitar el bloqueo y ya entonces la «Doi Moi» era un éxito.

Por
tanto, el desarrollo vietnamita no estuvo condicionado por sus
relaciones con EEUU. Es un error culposo decir lo contrario. Por ello,
considero corresponde en nuestro caso hacer una reforma económica en
toda su plenitud. EEUU hará lo que considere necesario, pero habríamos
comenzado el camino al desarrollo sin su participación y a pesar del
bloqueo.

Otra
idea que he visto esgrimir es que el levantamiento del bloqueo
norteamericano a Vietnam fue una forma de aprovechar la confrontación de
esta nación con China. Los hechos históricos no confirman esa idea.

Fue
en 1979, a raíz de la invasión vietnamita a Cambodia, principal aliado
chino en el área, que se produjo el ataque de China a través de la
frontera común. Vietnam liberó a Cambodia del infierno de Pol Pot, lo
que constituye un mérito inmenso –otro más– de su pueblo y fuerzas
armadas. La invasión comenzó en 1978 y las tropas se retiraron del país
en 1989. El restablecimiento de relaciones entre Hanói y Washington fue
en 1995, seis años después.

Vietnam
demostró en 1979 que no necesitaba de nadie, menos a EEUU, para detener
a China en la misma frontera. Relacionar el levantamiento del bloqueo
norteamericano con una necesidad de Vietnam para poder contener a su
poderoso vecino es, cuando menos, otro error culposo. Actualmente China
es un país distinto y seguramente no tendría la relación estrecha con un
régimen como el de Pol Pot.

En
mi opinión, por esencia socialista, China no persigue la expansión ni
tiene cualquier otra de las características que emanan de un estado
imperialista. Considero que lo viene probando a cada paso.

Los
intereses estadounidenses para levantar el bloqueo económico y
establecer relaciones con Vietnam al año siguiente, fueron diversos.
Incluso, pueden tener relación con su política hacia China, pero parecen
más cerca del reconocimiento del despertar de Vietnam y las
posibilidades económicas, comerciales, estratégicas y políticas que de
ello podrían derivarse.

Cuba más allá del bloqueo

El
bloqueo a Cuba es cruel y constituye en la práctica una guerra
económica, pero no es la única causa de nuestros problemas, aunque los
agudiza profundamente. Está en nosotros, en nuestra capacidad e
inteligencia, salirnos del hoyo económico que nos hemos cavado en estos
años y que le permite a EEUU presentarnos como la economía fallida que
de hecho somos.

La economía cubana no solo requiere reformar sus métodos de dirección, sino emprender cambios con profundidad y sin miedos. Es importante también mostrar firmeza ante la corrupción y la ineficiencia, sin importar de dónde venga esta. Muchos podrían estar agazapados para dar el zarpazo «cuando venga el capitalismo».

El
éxito es posible y la historia nos da evidencias, no sólo las de
Vietnam y China. Esta última acaba de anunciar al mundo lo que pocos
–ningún país de sus dimensiones– han logrado: sacar a toda su población
de la pobreza. Pero estos son ejemplos extranjeros. Muestra del
potencial que podemos alcanzar la tenemos en los resultados de los
candidatos vacunales contra la Covid-19, que no dejan dudas del
desarrollo científico del país, sobre todo en la industria
bio-farmaceútica.

Pero
ni la medicina ni la biotecnología son las únicas ciencias
desarrolladas en el país. Las ciencias sociales producen conocimiento
práctico constantemente, entre ellas la economía enfocada en la
logística, la gestión de empresas, la teoría organizacional. El problema
radica en que muchas veces se desconoce lo que sus investigaciones
concluyen y proponen.

Una
parte de esas medidas y acciones concretas propuestas están incluidas
en los documentos rectores de la estrategia que actualmente se aplica.
Quizás no figuren en el orden necesario, ni con la prioridad e
intensidad requerida, pero deben avanzar inexorablemente, so pena de
agravar aún más la crisis crónica de sub-producción, que se ha agudizado
con la pandemia y el recrudecimiento del bloqueo.

Las muchas investigaciones producidas en nuestros centros de conocimiento, en particular las hasta ahora preteridas del campo de la economía, articuladas y aplicadas con creatividad y voluntad política, deben constituir el marco referencial científico sobre el cual se apoye la reforma económica que necesitamos para avanzar en la senda del desarrollo con o sin bloqueo.

Antonio Díaz Medina. Economista, Diplomático y Profesor de la Facultad de Turismo de la Universidad de La Habana.

Fuente: https://jovencuba.com/bloqueo-norteamericano-economia-cuba/