Las últimas dos semanas han visto una ola masiva de huelgas, con hospitales afectados, miles de escuelas cerradas, estaciones de tren cerradas e interrupciiones significativas en la frontera, ya que los sindicatos aseguraron que las negociaciones “retrocedían”. Pero es cierto que no ha habido un millón de participantes en ningún momento, como algunos de la izquierda habían esperado, más bien medio millón de personas.